
El domingo pasado, cuando volvimos de nuestro fin de semana fuera, mientras deshacía las maletas tuve un momento de bajón, de esos que aparecen de repente sin saber muy bien porqué. Yo creo que en aquel momento se me juntaron varias cosas.
Una, hacía mucho calor y yo deshacía el equipaje lo que me trajo a la mente aquellos momentos en que yo todavía era una cría y volvía de las vacaciones con mis padres a finales de julio, me dio una especie de morriña de los viejos tiempos y al mismo tiempo fui consciente de lo rápido que ha pasado todo. Hay días cuando recuerdo ciertas cosas que no me reconozco en quien soy ahora, como si aquella chica que vivía con sus padres y todavía iba al colegio estuviera soñando que es adulta y ha formado una familia.
A esto se sumó que el día anterior había sido mi cumpleaños, no penséis que me agobia cumplir años ni mucho menos, tengo 32 años soy joven y me siento muy joven, anda que no tengo guerra que dar todavía!! pero esta circunstancia trae consigo algo lógico: si yo voy haciéndome más mayor los que están a mi alrededor también, y esto lo llevo un poco peor, sobre todo en algunos momentos.
Y dos, después de haber estado casi tres días los tres juntos todo el tiempo al día siguiente la bruja y yo íbamos a volver a estar casi todo el día solas, como una mini-depresión postvacacional pero sin empleo ni vacaciones. En algunos momentos esto se me hace cuesta arriba...
Así que juntándose todo en mi cabeza llegó un momento que me saltaron las lágrimas sin poder evitarlo, me senté en el sofá y de repente la bruja me miró, se puso a gatear a toda velocidad hasta llegar a mí, se levantó y me dio un beso!!! Papá y yo nos miramos alucinados. Vino a darme un beso porque me vio llorar, porque me vio triste. Podéis imaginaros que todo lo que llevaba un rato rondándome por la cabeza inmediatamente desapareció.
Muchos días le digo "bruja dame un besito, un besito a mamá" y rara vez lo hace, conste que sus besos son chupetones que besos besos todavía no sabe, alguna vez está inspirada y lo hace riéndose pero no es muy habitual, y al resto de la familia no lo hace nunca.
Lo que vi claro en esos momentos fue un ejemplo de como los niños aprenden de lo que ven, si cada vez que ella llora por lo que sea nosotros vamos con ella, la cogemos y la besamos ella aprenderá que eso es lo que se hace en esos momentos, y así ha sido. Estoy tan contenta!!
Maravilloso, tu niña demuestra una gran empatía!! Eso quiere decir que estás haciendo las cosas muy bien ;)
ResponderEliminarQue lindo :) q feliz cuando recibiste su besito...
ResponderEliminarQue bonito mamadeunabruja, ese acto refleja como tiene interiorizado tu peque como consolar a alguien que quieres cuando esta triste... Que bonito. Amor mucho animo, la vuelta después de pasarlo tan bien es dura y una se viene un poco abajo, permitetelo porque no pasa nada... Muchos besitos
ResponderEliminarA mi me pasó algo parecido con mi hermano. Yo tenía unos 14/15 años, estaba llorando en el sofá de casa y se acercó a mi, me abrazó e intentó secarme las lágrimas. Me dió un beso y me puse a reír de felicidad (él tenía 1 añito y medio y me pareció tan tiernooo).
ResponderEliminarEs una linda experiencia... entiendo las razones que te abrumaban en ese momento, porque con frecuencia me pasa igual... no es fácil, cuando uno viene de una familia divina, en la cual lo han criado con amor y respeto, aceptar que ya nos tenemos que ir a formar nuestra vida también! eso me llena de nostalgia, hasta el punto que ahora casada y con un hijo, me paso largos ratos en la casa de mis padres... además porque mi esposo trabaja bastante lejos, por lo que pasamos muchisimo tiempo solos mi peque y yo, lo que me lleva a compartir también el sentimiento de tristeza cuando se acaban los pocos dias que compartimos juntos... pero es tan grande la conexión que tenemos con nuestros hijos, que ellos perciben de inmediato nuestro estado de ánimo y corren como un salvavidas, a sacarnos de la tristeza... a hacer lo mismo que nosotros hemos hecho cuando, en contra de la sociedad, los alzamos en brazos y los consolamos cada vez que lloran.
ResponderEliminarEs precioso, los niños tienen una sensibilidad especial :)
ResponderEliminarhttp://avecesmujersiempremama.blogspot.com/
Imagínate que fuera al revés. Que tu bebé estuviera acostumbrada a que ignoraras su llanto y que la humillaras por llorar sin motivo. ¿Cómo habría reaccionado al verte llorar a ti? Dudo que hubiera corrido a darte un beso en ese caso.
ResponderEliminarDefinitivamente, los niños son como esponjas y su comportamiento refleja la crianza que están recibiendo.
Muy bonito este post. La espera ha valido la pena.
Qué ricura! En esos momentos se pasa el bajón y todo se olvida, qué empatía demuestra siendo tan pequeña.
ResponderEliminarQue bella!
ResponderEliminarPatty
www.olivesandpickles.blogspot.com
Qué bonitoooo!
ResponderEliminarYo los domingos por la tarde suelo tener más bajón que cuando trabajaba fuera de casa. Me pone muy triste pensar en la de horas que vamos a pasar solos hasta el viernes por la tarde y el día a día es duro y cansado, más que cuando trabajaba fuera. Así que te entiendo perfectamente.
Que bonito! que ricura de niña!
ResponderEliminar(te mandé un mail para el desahogo)
Que brujita más cuchi la que tienes!! Mi peque no le gusta verme llorar tampoco. Gracias a Dios que ya tenemos quien nos quite esas depres así...de sopetón!!!
ResponderEliminarQué preciosa! Seguro que se te pasaron todos los males aunque es normal a veces tener esos momentos de bajón. Entiendo perfectamente todo lo que has descrito pero quédate con la parte positiva, el beso de tu brujita :)
ResponderEliminarQué ricura!
ResponderEliminarLos momentos de bajón son normales, si lo sabré yo! Pero si tienes una brujilla que te mima en el momento justo que lo necesitas, sin duda, todo se sobrelleva mejor.
ResponderEliminarUn beso guapa.
Qué bonito post nena!! Y quá maravillosa hija estás criando.
ResponderEliminarPero que cosita mas dulce!!! ^^ te entiendo muy bien lo de los bajones, a mi me pasa tambien, no se si son las hormonas maternales o que, pero a veces me pongo a llorar por un cumulo de "tonterias".
ResponderEliminarUn abrazo!
Yo tambien ultimamente tengo moriña de los viejos tiempos..
ResponderEliminarK bonitooo, ya sabes a levantar el ánimo para k te vea bien, ell@s lo notan todo, aunk k te voy a decir de bajones... tantas veces inevitables.
ResponderEliminarK guay mi bruji favo, la primer :D
Que bonito!!! que empatia tiene tu niña!!!!
ResponderEliminarEsos momentos son muy traicioneros. Te cogen sin avisar y que jodidillos son.
ResponderEliminarYo prefiero pensar lo menos posible en ello, sobre todo cuando miro a mi madre y aun está joven y hecha una jabata pero uf! me da un pellizco en el corazón verles hacerse mayores. snif snif
Al final, va a ser mejor no irse de vacaciones!
Que rica la brujilla, para comersela!
Qué bonito!!!
ResponderEliminarY tú mucho ánimo.
estos niños son esponjas, por muy pequeños que sean!
ResponderEliminares realmente bonito tener un beso o un abrazo de tus hijos cuando te sientes triste... este verano murió mi padre y aun no lo llevo muy bien... intento que ellos no me vean llorar, pero en alguna fecha señalada se me ha escapado el llanto en la mesa... pues ellos me abrazan, me miran con ternura, no preguntan NADA, y a veces, lloran conmigo. Termino consolando yo, por lo que la pena se me pasa rápida... espero te sientas mejor, aunque llorar no es malo. Libera tensiones, igual que la risa. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Qué bonito! Esos momentos son tan especiales que sientes que todo merece la pena sólo por ese instante!
ResponderEliminarBesos
¡Que rica, pa´comérsela!
ResponderEliminarMe encanta tu blog y me siento muy identificada con algunas cosas, a mí estas fechas me recuerdan cuando iba con mis padres de vacaciones, me veo de niña y no me creo que me haya convertido en madre de una bebé, también lo que hablabas en otra entrada sobre viajar con o sin niños, antes de estar embarazada, lo veía normal, ahora no quiero ni imaginar separarme un segundo de la pekeña Vega!
Un saludoooo